Por: Mr. Alejandro Otero
Hola, yo soy Mr. Alejandro Otero, actual docente de la materia de technology en el CASP y el causante de la razón más probable de que su hijo (mi alumno) le haya pedido algún Rubik’s cube para “jugar”, en este escrito le quiero contar el por qué no es tan mala idea el proporcionarle uno de estos objetos a su hijo en lugar de cualquier otro tipo de juguete.
El Rubik’s cube es un rompecabezas en 3D inventado en 1974 por el escultor húngaro Ernö Rubik y en 1980 ganó el premio “Juego Alemán del Año” en la categoría de mejor rompecabezas, popularizando su uso y convirtiéndolo en el rompecabezas más vendido en todos los tiempos.
Hay que hacer un hincapié en la diferencia entre juguete y rompecabezas, ya que los juguetes tienen como fin el de jugar como su denominación lo dice, y el rompecabezas cuenta con connotaciones lúdicas en su uso. El Rubik’s cube o Cubo Mágico como inicialmente se le conocía, trae consigo una serie de beneficios al aprender a resolverlo tales como: resolución de problemas de distintas maneras, mejora de la concentración, mejora de la habilidad motriz y coordinación mano-ojo, entre otras.
Como maestro, lógicamente estamos en contra del uso de cualquier tipo de juguete dentro del aula ya que en su mayoría los predilectos por los alumnos no tienen consigo ningún tipo de beneficio y en efecto, sólo generan distracción entre ellos a la hora de estudiar, sin embargo, el Rubik’s cube no entra en esta categoría y al menos dentro del aula de Technology estos siempre serán bien recibidos ya que han sido los protagonistas de un sin fin de lecciones como logaritmos, algoritmos y series alfanuméricas necesarias de saber al programar y representables gráficamente de una manera muy sencilla de comprender gracias a estos cubos.