Por: Elias Lozano
El estoicismo en una escuela del pensamiento fundada por Zenón de Citio en Atenas a principios del siglo III a. c. con la razón y la reacción de cada individuo a los eventos externos como eje central. El dogma del estoicismo podría definirse como “No podemos controlar lo que pasa a nuestro alrededor, pero sí podemos controlar nuestra reacción a esos eventos”.
Lo filosofía estoica esta centrada en el ser humano, poniendo a la razón como principal virtud, los estoicos buscan ser resilientes a las condiciones externas y mantener un juicio sin sesgos emocionales. Los estoicos piensan que la responsabilidad de cambiar sus circunstancias es de ellos y depende solo de ellos. Es decir, ven esa responsabilidad como única de cada ser humano. Todos los logros, fallos, son por las acciones que tomamos. Los estoicos piensan que cada individuo es responsable de sus condiciones.
Zenón de Citio
334 a. c. – 260 a. c.
Esta manera de pensar, que pone al individuo como el mayor factor para cambiar sus propias condiciones se pude extrapolar a las aulas. Este concepto en específico del estoicismo, en mi opinión, tiene el potencial para fomentar una mayor responsabilidad hacia la escuela, enfatizando que los resultados obtenidos a lo largo del ciclo escolar son responsabilidad del alumno. Independientemente de las cosas que pasen, lo importante es que se hace con esas cosas, la reacción. Y como esto puede ser beneficioso o desfavorable dependiendo de como se elija actuar.
El estoicismo ha tenido un resurgimiento actual con autores como Ryan Holiday el cual ha publicado diferentes libros sobre la filosofía estoica. Siendo su primer libro sobre el tema “The Obstacle Is The Way” donde habla de un ejercicio estoico; visualizar los obstáculos como oportunidades y sacar provecho de ellos.
Otro ejercicio estoico que encuentro muy interesante es “Memento Mori” latín para recuerda a la muerte. Consiste en tener en cuenta que la muerte es parte del día a día. A diario mueren plantas, animales, personas. Este ejercicio toma en consideración que cualquier día sin esperarlo pudiéramos morir. Y nuestros planes no se realizarían. No es un ejercicio para asustar o para tener pensamientos nihilistas sino para materializar nuestros planes y no aplazar las cosas. “Memento mori” es una frase que lleva a la acción.
En mi opinión, esta filosofía podría llegar a ser de mucha utilidad a alumnos y adultos en general al centrarse en las cosas que uno como individuo puede hacer. A diferenciar donde se puede actuar y donde no. A tomar responsabilidad de nuestras acciones y de sus consecuencias. Así como plantearnos llegar a nuestras metas lo más pronto posible ya que si aplazamos a futuro puede que ese futuro no llegase a existir (memento mori).