Por: Any De Silva
Establecer de 30 a 60 minutos cada día para una comida familiar puede ofrecer una posibilidad para que todos disfruten de la compañía de los demás. Desafortunadamente, el trabajo, las actividades extracurriculares y la rutina caótica contribuyen a que las familias estén constantemente en movimiento, por lo que los miembros de la familia pueden sentir la necesidad de comer a la carrera.
Pero compartir comidas es realmente importante para una familia, sobre todo con los niños. Así que, ¡cuida de los almuerzos y cenas juntos! ¡Seguramente te traerán mucha alegría!
Las comidas familiares mejoran tus relaciones
Comer juntos te enseña cómo comunicarte con tus hijos. Cuando te sientas a la mesa, asegúrate de manejar el estrés de la vida diaria y comunicar lo que sucedió durante tu día. Los niños pueden escucharte y aprender que pueden contarte sobre su día o sobre algo que los hizo felices o tristes. Esto les ayudará a abrir sus sentimientos y a entender que la familia es un espacio cómodo en el que todos pueden comunicarse.
Recuerda siempre animar a los niños a hablar sobre su día para estimular sus habilidades lingüísticas y emocionales. Para los niños, aprender a comunicarse será importante a medida que avanzan hacia la edad adulta, así como aprender a escuchar y respetar a los demás.
Fortalecer la autoestima de los niños
El momento de compartir comidas es la oportunidad perfecta para desarrollar la autoestima en los niños. Al escuchar lo que los niños tienen que decirte, estás expresando: “Valoro lo que haces y es importante para mí”. Comer juntos proporciona un momento para estar conectados. Esto ayuda a los niños a sentirse amados, seguros y protegidos.
Por lo tanto, más allá de las conquistas como familia, compartir comidas ayuda a los niños a crecer como personas. De hecho, las comidas familiares pueden enseñar importantes habilidades para la vida.
Los buenos hábitos de alimentación
Comer juntos también es una gran ocasión para enseñar cómo comer sano. Conseguir buenos hábitos alimenticios no es tan fácil con los niños, así que disfruta de las comidas familiares para que tus esfuerzos sean más efectivos. Los niños a menudo necesitan ver, oler y tocar un alimento muchas veces antes de probarlo. Ofrece alimentos nuevos con los alimentos familiares e incluye aquellos que tu hijo rechazó en el pasado. También es importante que comas lo mismo que ellos, mostrando que lo disfrutas. De este modo, tienden a comer alimentos más ricos en nutrientes.